Vibratio
Cristhina Dávila, 2024.
Vibratio
La obra Vibratio sigue la corriente artística del arte generativo, del uso de algoritmos y softwares computacionales para crear piezas visuales. Se enriquece de la esencia vibrante característica de la corriente cinética. Tal como Lillian Schwartz, que logra captar la atención del espectador de maneras que el arte estático no puede. A su vez, la composición y orden de las formas se inspira fuertemente en la idea del artista Frieder Nake, cuyo concepto artístico se distingue por creer fuertemente que la estructura y el proceso del algoritmo como base de construcción de su obra generativa. Además, Vibratio usa como guía la cuadrícula y ordenanza de la obra Polygon Drawings de Nake, jugando levemente con la percepción tal como ocurre en el Op Art.
Sensorial, participativo e inmaterial; Vibratio, puede considerarse un producto característico de la redefinición de las prácticas artísticas en el siglo XXI, Tal como señala José Luis Brea, “La nueva economía del arte no entenderá más al artista como productor de mercancías específicas destinadas a los circuitos del lujo en las economías de la opulencia, sino como un generador de contenidos específicos destinados a la difusión social”1.
Desarrollo técnico, estético y conceptual
El dispositivo se compone de datos exógenos: Pocas variables, un par declara la distancia entre líneas de las cuadrículas. Otras tres declaran la escala de grises usada. También, de datos endógenos, la interacción sencilla de grises dentro de un margen mínimo de 10 y máximo de 50 valores.
El orden se compone por un fondo de base blanco, con una doble cuadrícula. La pequeña, de 10 píxeles entre líneas finas de valor gris y sólido. La cuadrícula grande, con una diferencia de 30 píxeles entre línea gruesa, con un valor de gris variante y transparente. La imagen se compone de una variedad de cuadrados con transparencia, cuyo valor de gris es variante, de 30 píxeles de tamaño alineados con la cuadrícula pequeña y combinada a la cuadrícula grande.
Como resultado de la experimentación, tras el uso exclusivo de doscientos cincuenta y seis matices de gris, se logra Vibratio. Que busca satisfacer la necesidad de estímulos breves, facilitando la comprensión de la obra a los espectadores por medio de cinéticas simples y repetitivas. A su vez, para un público un poco más osado y, posiblemente, difícil de complacer, consta de una breve interacción generadora de un producto visual rítmico. La simpleza de la obra va de la mano de la sencillez de efectos ópticos logrados tras bambalinas, ya que, si bien se habla de ‘’cinéticas’’, a un nivel de código se podría reemplazar este término con ‘’efectos visuales’’.
La reevaluación y reflexión de la artista tras la culminación de Vibratio abre las puertas a hondar con curiosidad en la posición de la figura del artista cómo generador, más que creador, tal como los artistas Schwartz y Nake presumiblemente se cuestionaron.
Bibliografía
-
Brea, J. L. (2002). Breve (y desordenado) antiglosario –o diccionario de tópicos- sobre el arte electrónico. En La era postmedia. Acción comunicativa, prácticas (post)artísticas y dispositivos neomediales (pp. 4-8). Salamanca: CASA Editorial.
-
Lillian Schwartz. (n.d.). Wikipedia. Retrieved September 3, 2024, https://es.wikipedia.org/wiki/Lillian_Schwartz
-
Lillian F. Schwartz explora el uso de computadoras para crear nuevas formas de arte y cine. (n.d.). Creación Híbrida. Retrieved September 3, 2024, https://creacionhibrida.net/lillian-f-schwartz-explora-el-uso-de-computadoras-para-crear-nuevas-formas-de-arte-y-cine/
- Frieder Nake. (n.d.). Proyecto IDIS. Retrieved September 3, 2024, https://proyectoidis.org/frieder-nake/
-
Brea, J. L. (2008). Redefinición de las prácticas artísticas (s. 21). En El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural (pp. 106-113). Murcia: CENDEAC. ↩