Martin Julio, 2023.

Un zapallo


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~ Para la academia ~

Este trabajo es consecuencia de los siguientes textos: AIRA, César. ([2013], 2016). “Sobre el arte contemporáneo” en Sobre el arte contemporáneo. Buenos Aires: Literatura Random House, pp. 11-56. (DAA: 1: 02m). KAPROW, Allan. ([2015], 2016). “Happenings en la escena newyorkina (1961)” en Entre el arte y la vida. Ensayos sobre el happening. Barcelona: Alpha Decay, pp. 57-74. TAYLOR, Diana. (2012). “Los nuevos usos de performance” en Performance. Buenos Aires: Asunto Impreso, pp. 88-110. FRICKE, Christiane. (1999). “Nuevos Medios”. En “AAVV. Arte de siglo XX. Vol. II. München: Taschen. pp.576-590. GALANTER, Philip. (2011). “Entre dos fuegos: el arte-ciencia y la guerra entre ciencia y humanidades”. En Revista Artnodes, Noviembre 2011, UOC, ISSN 1695-5951. ARNS, Inke. (2005). “El código como acto de habla performativo”. En Revista Artnodes, Julio de 2005, ISSN 1695-5951.


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~ Para la exposición final ~

Esta obra es reflejo de la cursada de Artes Multimediales 1. En su raíz de rizoma se une a todas las visiones y experiencias compartidas, que crean una obra común, un cuerpo complejo. Cada expresión es solo una de sus muchas superficies, y cada superficie refleja las imágenes de forma distinta. Pregunta, ¿Cómo se evalúa algo así? ¿Qué sentido tiene aislar los fragmentos y desconocer el todo? El aprendizaje es colectivo, se entremezcla por naturaleza, como las plantas. Individualizarlo es mutilación, corregir las diferencias es reprimir. Muchas gracias por no haberlo hecho.


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~ Para lo demás ~

Esta idea es imaginación del cuento llamado “El zapallo que se hizo cosmos” de Macedonio Fernández. Entre todas las metáforas producidas por la cienca ficción, un zapallo destructor de mundos me parece de las más acertadas. Es atemporal, no se agota nunca. Podría suceder ahora mismo, mañana en la tarde, el próximo milenio, o bien podría ser que ya sucedió y vivimos dentro suyo. Es inquietante (como un espejo) porque en parte nos incluye y también somos zapallo; porque en parte es ajeno, una amenaza; porque en parte nos está imitando y nos sobrepasa por completo.

Sea como sea, habitamos los residuos de su crecimiento, fantasmas en la máquina. No creo en la esperanza, por eso me gusta este cuento. Copio acá el inicio:

“Érase un zapallo creciendo solitario en ricas tierras del Chaco. Favorecido por una zona excepcional que le daba de todo, criado con libertad y sin remedios fue desarrollándose con el agua natural y la luz solar en condiciones óptimas, como una verdadera esperanza de la Vida. Su historia íntima nos cuenta que iba alimentándose a expensas de las plantas más débiles de su contorno, darwinianamente; siento tener que decirlo, haciéndolo antipático. Pero la historia externa es la que nos interesa, esa que sólo podrían relatar los azorados habitantes del Chaco que iban a verse envueltos en la pulpa zapallar, absorbidos por sus poderosas raíces.”