Traer a la Memoria
Sabrina Aguirre, 2024.
Traer a la Memoria
“¿Qué hacen aquellos artistas que no se sirven del potencial visual de la industria de los medios para producir un valor comercial añadido, sino que utilizan la pantalla como una zona franca donde experimentar?” (Fricke, 1999)
A medida que vas creciendo, los recuerdos de tu infancia se vuelven cada vez más borrosos y distantes. Los juguetes rotos, los juegos olvidados y tu resistencia al cambio, ellos vuelven cada vez más difícil el ejercicio de la memoria hacia tiempos más simples.
Es imposible evitar que el presente se escape de entre tus manos; cada día que pasa, un detalle se va con él y tu mente lo reemplaza por otro. Pensás en todo lo que viviste en aquél entonces, y en todo lo que perdiste: la casita de muñecas, el osito de peluche con el que dormías y todos tus juguetes, recónditos. Ahora no son más que recuerdos distantes de lo que alguna vez tuviste. Pero, ¿estás completamente seguro de que tus recuerdos están intactos ante el paso del tiempo? ¿Los podés describir con seguridad?
Desarrollo técnico, estético y conceptual
Los textos propuestos en clase me ayudaron a ver este trabajo de una manera más técnica, por así decirlo. Pese a que mi punto fuerte siempre fue trabajar desde lo conceptual, me ayudó a ordenar mejor mis ideas. En esta ocasión, ciertamente tuve muchas más libertades, pero nuevamente me encontré en un nuevo conflicto; justificar la existencia de mi obra.
“El arte en cambio no es arte si se lo hace bien (…) «Crear valores» es intervenir en la historia personal del espectador. Crearle un gusto, darle una nueva mirada… Eso tiene, o ha tenido, su equivalencia en el artista: desde el momento en que el arte deja de proponerse como producción de objetos artesanalmente bellos, pasa a la dimensión de lo no hecho” (César, 2016).
¿Cómo puedo fundamentar la sensibilidad del sistema de una obra, si no es desde lo emocionalmente intuitivo, familiar? ¿Qué parámetros definen lo conceptual de mi obra, y por tanto su existencia? Primero fue un poema, pensaba en recitar un desahogo de mi adolescencia y plantear una narrativa personal. Pero, ¿qué quedó de esa narrativa?
Ahí fue cuando pensé en la ausencia del recuerdo, ese espacio en blanco que nuestra mente tiende a rellenar y alterar. Me pareció buena idea jugar con el concepto de memoria y la experiencia universal de crecer, ya que mi intención principal fue trabajar de la manera más abstracta posible sobre un concepto ya usado.
“Así es como se echa a andar la máquina: se hace necesario reproducir, el artista responde con su propia necesidad de ocultarle algo a la reproducción, la reproducción se perfecciona para que no se le oculte nada… Y esa carrera, precipitándose sobre el instante presente, recibe con justicia el nombre de «Contemporáneo».” (César, 2016)
Podría decir con seguridad que este trabajo no es más que una fiel reproducción a una estética frecuentada en Pinterest, con fotografías de tiempos pasados intervenidas y frases escritas encima. También podría haber empezado el texto diciendo que esta fotografía es de mi autoría, y explicar la manera en la que cada detalle fue intencionado, cómo la propia alteración de la fotografía cada vez que intenten generar un trazo dentro de ella.
Podría incluso hablar de lo que significa para mí responder a mi nombre, pero esta obra no tiene nada que ver con eso. Sino con vos.
Así que decime, ¿todavía te acordás de tu cara?
Bibliografía AIRA, César. ([2013], 2016). “Sobre el arte contemporáneo” en Sobre el arte contemporáneo. Buenos Aires: Literatura Random House, pp. 5-6.
FRICKE, Christiane. (1999). “Nuevos Medios”. En “AAVV. Arte de siglo XX. Vol. II. München: Taschen, pp. 615