Obra en producción

Celina Naomi Hara, 2024.

Obra en producción

Buen día, qué tal. ¿Cómo le va? ¿Le podría hacer una pregunta? ¿Por qué se detuvo ante esta obra? Como se podrá observar, esta obra aún está incompleta. ¿Quiere echarle una mano para completarla? Presione la tecla “F” para comenzar.

La obra “Obra en producción”, como su nombre lo indica, es un trabajo en construcción, esperando la interacción de cada persona para seguir desarrollándose. Recién cuando el usuario interactúa con ella, se podría avanzar en su construcción, con procesos irrepetibles, únicos y permanentes que evocan la naturaleza cambiante de la vida misma. O bien, puede que para el usuario la pieza ya esté completa así como se ve, y decida dejarla como está.

Este proyecto lo invita a reflexionar sobre el valor del proceso creativo, cuestionando si lo importante es el resultado final o el acto de creación en sí. Al final, ¿en qué momento consideramos que algo está “terminado”? ¿Qué lo lleva a decidir? ¿Le gustaría contribuir?

Instrucciones

• Tecla F: tomar la foto y comenzar
• Tecla de flechas izquierda y derecha: disminuir o aumentar el tamaño de pincel
• Tecla Z: pincel de zoom
• Teclas R/G/B/W/K: cambio de los colores del pincel a rojo, verde, azul, blanco y negro respectivamente
• Tecla E: borrador
• Tecla P/I: filtros de posterización e inversión de colores
• Tecla A: activar y desactivar el efecto de puntillismo
• Tecla X: pixelar la imagen
• Tecla S: guardar la imagen
• Tecla N: comenzar de nuevo

Desarrollo técnico, estético y conceptual

“Apartad la vista del televisor y miraos a vosotros mismos”¹. Resumió el historiador de arte Wulf Herzogenrath a la obra TV de fieltro de Joseph Beuys. Así, la obra “Obra en producción”, está pensada para que sea expuesta en algún lado con la cámara encendida, mostrando por ende a las personas que pasan frente a ella y se vean a ellos mismos. El espectador reconocerá su cara enmarcada, y tal vez se diga “¿significa que yo mismo soy la obra de arte?”. Recién cuando lea la descripción pegada al lado de la obra comprenderá que se puede interactuar con la misma, y puede, o no, terminar de producirla.

Esta obra permite al usuario guardar la imagen producida al final o comenzar otra nueva. Dependerá de cada persona si quiere guardar su obra para apreciar su producción, o resetear todo para seguir jugando. Y es aquí donde reside en realidad el verdadero significado de esta obra. Como bien explica Arns en El código como acto de habla performativo, el arte generativo y el arte software no son cosas iguales. Mientras que el primero se interesa más que nada en el resultado creado por un proceso generativo, el segundo pone su atención en el proceso en sí. Cabe aquí aclarar que no es que el arte generativo no se interese por el proceso codificado que lo crea. Lo que definirá el artista es, luego de un proceso sin fin de generación, a qué punto dará a esa obra como “terminada”.

De la misma manera, “Obra en producción” tendrá una apreciación distinta dependiendo de la persona que interactúa. Quienes consideren que lo más importante del arte es el producto final, o prefieren elegir un punto para terminar con el proceso creativo, querrán guardar la imagen que con tanto cariño crearon. En cambio, quienes le den más peso al acto creacional en sí, preferirán continuar produciendo, o se verán satisfechos con solo dejar su rastro en la obra y dejarlo ahí.

Aira dice en su texto Sobre el arte contemporáneo que “Si es arte, o para que sea arte, debe crear valores nuevos; no necesita ser bueno”². Asimismo, la pieza producida por el usuario probablemente no sea necesariamente “buena”. La obra no tiene comandos para volver atrás en el proceso, y el borrador tampoco es una herramienta que revierta lo hecho a la perfección. Con esto, la obra busca representar y comunicarle a la persona cómo es la vida en sí: se trabaja sobre uno mismo, se pueden intentar enmendar cosas, pero nunca se puede volver para atrás como si eso no hubiese pasado. Puede uno meter la pata y hacer enchastres, pero siempre habrá alguna forma de mejorarlo.

Así, volvemos a la pregunta inicial del usuario, “¿yo mismo soy la obra de arte?”. En efecto, cada una de las personas será autor de su propia obra llamada vida, que estará siempre en constante avance y producción.

Bibliografía

AIRA, César. ([2013], 2016). “Sobre el arte contemporáneo” en Sobre el arte contemporáneo. Buenos Aires: Literatura Random House, pp. 11-56.

ARNS, Inke. (2005). “El código como acto de habla performativo”. En Revista Artnodes, Julio de 2005, ISSN 1695-5951.

FRICKE, Christiane. (1999). “Nuevos Medios”. En “AAVV. Arte de siglo XX. Vol. II. München: Taschen. pp.576-590.