Victoria Cabello Herrera, 2023.

CODE CUBE

El proyecto CODE CUBE es una invitación a sumergirse en la convergencia entre el universo del código y la experiencia sensorial tridimensional, donde se desarrolla una belleza performativa que fusiona elementos visuales, auditivos e interactivos. La obra desafía la concepción tradicional de la programación como una actividad técnica y lógica para convertirlo en un punto de pensamiento/análisis. Las figuras ejecutan una danza alrededor de un cubo central que contiene una imagen como textura, incitando a la reflexión crítica sobre el software.

La configuración de luces y sombras añade profundidad y dramatismo, mientras que la animación continua crea una sensación de que toda gira sobre ese centro que puede ser llamado corazón. Los cubos en fila y columna crean una estructura algo hipnótica que invita a la exploración visual, ofreciendo perspectivas nuevas y ejecuciones diversas al moverse por la obra. Cada ángulo revela una experiencia artística única y dinámica para el usuario.

Desarrollo técnico, estético y conceptual

Desde una perspectiva técnica, esta obra da vida a una instalación espacial que se compone de figuras generadas mediante algoritmos diseñados con el propósito de crear una estética interesante compositivamente, inspirada en el ámbito digital y en la alteración de imágenes que remiten a los procesos multimediales de Glitch Art y Databending. Para intensificar la experiencia, se ha integrado la funcionalidad de realizar zoom girando la rueda del mouse y las teclas “+” y “-“, además ofrece la posibilidad de rotar la escena arrastrando el mouse por el lienzo. Estas interacciones permiten al espectador involucrarse de manera activa e interactiva.

En el contexto conceptual de mi obra, establezco una conexión significativa con las ideas presentadas en “El código como acto de habla performativo” de la teórica alemana ARNS, Inke. Este texto aborda la distinción y evolución entre el arte software y el arte generativo. En mi interpretación, considero que la naturaleza de mi obra se alinea más con el arte software, una actividad artística que utiliza el software como medio o material para expresar ideas, reflexiones críticas sobre la tecnología y su impacto cultural. Fundamentando esta conclusión en las reflexiones de John Langshaw Austin sobre el habla como una acción en sí misma, donde la eficacia no se evalúa únicamente por los resultados obtenidos, sino por el acto de hablar en sí.

La teoría de los actos de habla se integra especialmente con la presunta performatividad del código en mi trabajo. Aquí, el código no solo representa visualmente elementos tridimensionales, sino que, al ejecutarse, realiza una acción performativa que da vida a la obra en tiempo real. Al interactuar con la obra, el espectador realiza acciones que alteran la experiencia visual, participando activamente en la creación de significado y en la realización de la obra.

La cita “una palabra no sólo significa algo, sino que genera de forma performativa exactamente lo que su significado designa” se traduce en la ejecución del código, donde cada línea no solo tiene un significado visual, sino que también realiza la acción de construir y actualizar la experiencia artística tridimensional. El acto de mostrar el código ejecutándose dentro del lienzo refleja la filosofía sobre el habla como acción, donde la eficacia no se mide solo por los resultados, sino por el acto mismo. Esto quiere decir que rompe la idea de que la codificación solo tiene valor en términos de funcionalidad y eficiencia, sino que puede ser autorreferencial y con esa misma cosa con la que se genera/produce se puede hacer arte como medio creativo y expresivo que transmiten emociones, conceptos estéticos y reflexiones.

Y para finalizar, los aspectos estéticos. Preferí usar los cubos para representar el espacio, permitiendo la observación completa mediante el control de la cámara. La iluminación de estos cubos sigue una paleta de colores vibrantes y cálidos, contrastando con la esfera que tiene como imagen tonalidades frías, logrando una armonía visual única.

Bibliografía

ARNS, Inke. (2005). “El código como acto de habla performativo”.