Valentina Bisigato, 2024.

Anti-nostalgia

Mi obra “Anti-nostalgia” invita a regresar unos años antes, cuando la pandemia nos golpeó a todos por sorpresa. Basado en mi propia experiencia, cuando le temíamos al “bicho de afuera” y por todos lados nos daban instrucciones sobre cómo protegerse de él. Pero, en un mundo donde todo se había vuelto virtual, nadie me había enseñado cómo cuidar mi propia cabeza del Internet. Quiero representar en esta obra como es que mucha gente al igual que yo terminamos enfermandonos la cabeza mientras irónicamente nos cuidabamos del peligro que estaba afuera. El deterioro que supone el estar encerrado consigo mismo, mientras la incertidumbre de los días pasa y nadie puede responder a lo que va a suceder, que sería la nueva “normalidad” si es que volvería a existir algo así. Sentirse imponente por no poder hacer nada más que esperar y esperar. El peligro de dejarse consumir por los malos pensamientos y de llenarse de desesperanza.

Desarrollo técnico, estético y conceptual

Cuando pidieron hacer un trabajo en p5js, me fué difícil decidirme por algo que representar y que lograra encajar con lo que expresaban los textos. Había pensado un videojuego, tal vez, pero, incapaz de encontrar alguna relación, finalmente me decidí por dejarme llevar por dos textos y relacionarlo con una de las etapas que, a mi consideración, marcaron a cualquiera en mayor o menor medida. Mostrar algo que fuera contrario a la nostalgia, nada que provocara recuerdos felices.

Aira, César en su texto “sobre el arte contemporáneo” hablaba de cómo el arte contemporáneo le preocupaba más el generar nuevos valores y relatos que en ser bello, pensé ¿Que podría relatar yo? ¿Qué es lo que tengo para contar?

No fue sinó que el texto “El Código como acto de habla performativo” de Arns, Inke llamó mi atención sobre el hecho de que ejemplificaba como el software más allá de poder usarse como medio de producción artística era sinó usado como una crítica social, objeto de reflexión sobre su propia existencia y su efecto en la Sociedad. En mi mente saltó entonces las épocas de pandemia, tan lejanas y a la vez cerca, y habiendo sido una era tan llena de la virtual, me parecía sensato el representar algo que me había marcado tanto de la misma forma.

Buscando reflejar cómo fuimos afectados, consumidos completamente por el Internet veinticuatro horas al día, sin mucha más opción. Lo que hace la exposición prolongada al Internet, las noticias (reales o no), la amargura de ver todo a través de una pantalla, sentir que todo es artificial, irreal. El silencio que nos rodeaba y lo único que podíamos escuchar eran nuestros propios pensamientos, manchados por nosotros mismos en momentos donde solo podía crecer la preocupación y conspiración. Como mi alrededor, lleno de luz, sonido y vida, quedó en un silencio espectral de un momento a otro,

Una época que muchos ven difusa al día de hoy, para mí siempre va a ser un fantasma que me persigue incluso en mis propios sueños.

Bibliografía AIRA, César. ([2013], 2016). “Sobre el arte contemporáneo””. Buenos Aires: Literatura Random House.

RNS, Inke. (2005). "”El código como acto de habla performativo””. En Revista Artnodes, Julio de 2005.