Mateo Santistebe, 2024.

“Del 76”

Esta obra audiovisual rinde homenaje al rock nacional como forma de resistencia y expresión durante el golpe de Estado cívico-militar en Argentina (1976-1983). El recorrido visual y sonoro explora cómo el rock se convirtió en un espacio de resistencia frente a la represión, un medio para que los jóvenes expresaran sus ideales, se conectaran con una identidad colectiva y construyeran un lenguaje de oposición frente al autoritarismo. El rock nacional, más allá de la música y la lírica, funcionó como un vehículo de identidad, un refugio artístico en tiempos de censura y persecución. La obra captura la esencia de un movimiento cultural que trascendió los límites de la música para convertirse en un símbolo de lucha. Así, la pieza se convierte en un tributo a esa generación que, a través de su música, no solo encontró resistencia, sino también una forma de reivindicar la memoria colectiva y mantener viva la esperanza en tiempos oscuros.

Desarrollo técnico, estético y conceptual

“La obra de arte siempre llevó implícita su propia reproducción. Al proponerse a la percepción y la memoria, es inevitable que desprendan fantasmas en el tiempo y el espacio.” (Aira, 2010). La reproducción del arte contemporáneo genera un debate sobre cómo la obra de arte se relaciona con su reproducción técnica y cómo ha cambiado con el tiempo. Aira destaca que la reproducción ha sido parte del arte desde la antigüedad, desde las copias de estatuas griegas hasta la invención de la fotografía. Con la llegada del arte contemporáneo, especialmente con las instalaciones, la obra de arte comenzó a romper con la idea tradicional de reproducción. En lugar de seguir las formas habituales de copia o representación, empezó a desafiar los métodos y herramientas utilizadas para reproducirla. Este fenómeno también puede analizarse desde la perspectiva de la censura y la represión ocurrida durante la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). Durante este periodo, la censura impuesta a la música y las artes visuales forzó a los artistas a adoptar formas de resistencia, similares a las instalaciones de arte contemporáneo, burlándose de los métodos tradicionales de reproducción. Las canciones censuradas fueron alteradas o modificadas de forma que solo aquellos que compartían el contexto político de la época podían comprender los mensajes ocultos. Al igual que en el arte contemporáneo, donde las obras escapan a la posibilidad de ser completamente reproducidas, algunas canciones y performances de esa época se volvieron imposibles de reproducir en su totalidad. Un ejemplo claro es el uso de los medios de comunicación durante la dictadura. Las canciones de artistas como Charly García, Luis Alberto Spinetta,León Gieco, etc. aunque censuradas o modificadas, encontraron formas de evitar la represión, creando una “reproducción ampliada” de sus mensajes. Es decir, las canciones no solo transmitían lo que estaba en el aire, sino que abrían la puerta a una variedad de interpretaciones, a una resistencia que no podía ser capturada ni siquiera por los mismos medios encargados de vigilar y censurar. “Habría que hablar de «reproducción ampliada», ya no ampliada sobre la línea del perfeccionamiento técnico, sino ampliada en todas las direcciones, o mejor, en todas las dimensiones, aun las heterogéneas” (Aira, 2010). Aquí, el arte y la cultura se convierten en una narrativa que no se reduce a la obra física, sino que se extiende a las historias, interpretaciones y momentos que no pueden ser capturados ni reproducidos completamente. “Mantener un quantum de irreproducibilidad se volvió la tarea que indicó la dirección en que se debía ir. Eso hizo que el Arte Contemporáneo fuera, sea, un arte de formatos, una épica de formatos en fuga” (Aira, 2010). De esta manera, tanto el arte contemporáneo como la música durante la dictadura, crearon una “historia distinta” que no podía ser copiada ni reproducida. La censura, al tratar de controlar lo que se podía escuchar, le dio un carácter aún más rebelde, convirtiéndola en una forma de resistencia en la que lo “irreproducible” se convirtió en una herramienta de rebelión. Tanto el arte contemporáneo como la música durante la dictadura compartieron una lógica de resistencia a la reproducción total, creando obras que no solo escapaban a las capacidades de los medios, sino que se construían en torno a lo que quedaba fuera de alcance, lo que se escapaba y lo que no podía ser completamente comprendido o censurado. La “reproducción ampliada”, entonces, no solo se refiere a la evolución de la técnica, sino a una ampliación de la obra que tiene lugar en el espacio de la memoria colectiva, de la interpretación y del cambio social, tal como ocurrió con la música de protesta en Argentina.

Bibliografía

Aira, César. Sobre el arte contemporáneo seguido de En La Habana. Buenos Aires: Grijalbo-Mondadori, 2010.

Instituto Nacional De La Musica(INAMU): chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.inamu.musica.ar/pdf/CancionesProhibidasDictadura.pdf